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La verdad que nadie quiere enfrentar

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En un sombrío jueves por la noche en marzo, docenas de personas se reunieron en un estudio de cine en Pilsen para hablar sobre el crimen en la comunidad. Durante los últimos meses, los residentes de la comunidad se han quejado de robos de vehículos, robos de convertidores catalíticos, y la lenta respuesta de la policía. Byron Sigcho-López, el concejal del distrito 25, ha organizado reuniones mensuales en la comunidad para crear soluciones. 

Cerca de la entrada, el personal de Sigho–Lopez invitó a la gente a rellenar una hoja de registro antes de tomar asiento. La sala rápidamente se llenó de sillas de plástico. En la parte delantera de la sala, había un celular colocado en un trípode y una luz redonda estaba puesta encima de una mesa.  Aseguró a los espectadores, a través de una transmisión en vivo de Facebook, que la reunión se empezaría en breve. 

A las 6 de la tarde el salón estaba lleno; asistieron cerca de 50 personas. Los murmullos hacían eco, de vez en cuando interrumpidos por el sonido de vecinos emocionados por reconocerse otra vez. En el lado izquierdo de la sala tres policías estaban sentados con los brazos cruzados, hablaban entre ellos.

La reunión se inició con actualizaciones: eventos del distrito, nuevos contenedores de basura, más policías asignados en la comunidad. Sigcho-López escuchó atentamente desde la parte de atrás. Un psicólogo del Hospital Mount Sinaí habló de los servicios de salud mental para niños que sufren  traumas, seguido de un representante de Big Brothers Big Sisters que compartió información sobre programas de tutoría para jóvenes. El público hizo pocas preguntas.

Luego llegó el momento de escuchar las actualizaciones de la policía local. Las manos se alzaron  casi inmediatamente. 

“¿Qué tan exitosos son en la disuasión y la solución de los crímenes?” una persona preguntó. 

El agente de policía James Olszanski del distrito 12 eludió la pregunta y señaló a problemas de personal; sólo unos días antes, el Chicago Tribune informó que el número de agentes de policía que se retiraron en 2021 se duplicó  desde hace tres años a causa de la baja moral. Pero, de acuerdo con la oficina del distrito 25, más policías fueron asignados a Pilsen en febrero en respuesta a un aumento de violencia.

Olszanski también culpó al fiscal del estado del condado de Cook, Kim Foxx, quien hizo campaña con la promesa de procesar  menos casos de delitos de bajo nivel. Los agentes, sin embargo, no pudieron dar una estimación sobre la cantidad de casos que resuelven. El año pasado, la tasa de resolución en toda la ciudad cayó al 24 por ciento. 

“¿Cuál es el procedimiento si el Departamento de Policía de Chicago (CPD) no aparece después de llamar al 911?”, preguntó otra persona. En un grupo de Facebook, los residentes se quejaron de los largos tiempos de espera. Una persona dijo que el medio tiempo de espera para que la policía respondiera fue media hora. Alguien más dijo que esperaron cuatro horas. 

“De nuevo, simplemente no hay suficientes agentes de policía,” respondió Olszanski. El policía Osvaldo Caraballo agregó que los carros de policía sin marcas a veces responden a los incidentes, pero que es posible que los residentes no se den cuenta.

Un hombre preguntó por qué la relación entre la policía y la comunidad ha empeorado en los últimos años. “Yo recuerdo siendo un joven en La Villita y conociendo a todos los policías por su nombre”, dijo el hombre. “Ahora los jóvenes nos dicen que están asustados de la policía”. 

Los policías insistieron que los problemas estaban relacionados con la dotación de personal— escasez de policía en la comunidad significan que los residentes sólo interactúan con la policía durante incidentes estresantes.

Corredor de propiedades local Miguel Chacon (derecha) habla a reunión. Credit: 25th Ward Office

Entonces, la reunión dio un giro. 

“Con el debido respeto al concejal, a mi no me parece que haya ningún esfuerzo para incluir a la policía en estas reuniones”, dijo Miguel Chacon, un corredor de propiedades local. “La comunidad ha dicho que queremos que la policía se involucre en nuestra comunidad.” 

Durante una reunión de la comunidad en diciembre, los residentes expresaron su preocupación de que los policías no fueron invitados a las reuniones de la comunidad, pero Sigcho-López, que en ese momento caminó hacia el frente de la sala, dijo que sí fueron invitados. Los policías aclararon que el concejal sí los había invitado a las reuniones anteriores, pero que, por razones relacionadas con la dotación de personal, no podían atender. 

“Siento que hay que nombrar el elefante en la sala”, o el asunto obvio que la gente evita reconocer, dijo Aida Flores, ex candidata a concejal del distrito 25. Estaba sentada en la segunda fila con páginas de notas en la mano. 

El elefante siendo que Sigcho-López es un crítico de la policía y habla regularmente sobre la reasignación del presupuesto de casi  dos millones del departamento de policía para financiar más recursos de la comunidad, lo que lo pone en desacuerdo con residentes, como Chacon, que quieren ver soluciones más inmediatas al crimen en el barrio en forma de aumento de la presencia policial.

Detrás de Chacon estaban dos hombres de 30 o 40 años que vestían ropa oscura y no se identificaron. Uno de ellos le preguntó a Sigcho-López por qué se mostraba reacio a trabajar con la policía para llegar a soluciones sobre el crimen en el vecindario. 

“De eso se trata esta reunión,” respondió Sigcho-López. “Estamos tratando de formar estas relaciones aquí.” 

Preguntas seguían llegando, pero había pocas respuestas. La reunión duró más de una hora. “Debemos terminar pronto”, sugirió Olszanski, justo antes de ser interrumpido por una mujer sentada en la tercera fila. 

“Esto sucede cada vez!” Tanya Lozano gritó. Llevaba un abrigo blanco y verde que daba juego con sus Jordans. También llevaba pendientes como paradas de señal de stop que decían “Stop killing Black people”. 

Lozano es la hija de Emma Lozano, una activista de la comunidad y pastora de la Iglesia Unida Metodista Lincoln, y sobrina de Rudy Lozano, un organizador y ex candidato de concejal para el distrito 25 que fue asesinado en su cocina en 1983 por razones aún desconocidas. Ella lanzó Healthy Hood Chicago, un estudio de danza y fitness en Pilsen. 

“La policía siempre ocupa 45 minutos de la reunión, mientras el resto de nosotros nos dan los minutos finales”, ella dijo con ferocidad mientras se levantaba de su asiento y se dirigía a la parte delantera. Tres jóvenes la acompañaron. Los policías volvieron a sus asientos. 

“Ya que escucharon de la policía y por qué no son es solución, hablemos de cómo la comunidad se debe unir”, dijo Lozano. Hubo murmullos entre  las personas mayores en la audiencia. Chacon y los dos hombres detrás de él comenzaron a reírse. 

“Siguen torciendo sus ojos”, dijo Lozano, mirando en la dirección de los dos hombres. Luego, los acusó de ser policías en turno libre que ella reconoció de reuniones anteriores. 

“¡No es asunto tuyo!” Chacon gritó. Un miembro de la oficina del distrito le recordó a Chacon que tenía que respetar a Lozano, como lo había hecho a los demás. 

Lozano habló sobre las oportunidades para que los residentes se involucren en la comunidad, incluyendo marchas por la paz. Junto a ella estaba el fotógrafo William Guerrero, también conocido como “el chico de Pilsen”, quien insistió que los jóvenes necesitan participar más. 

Otros dos hombres hablaron, incluyendo un pastor que habló sobre la importancia de que haiga diálogo entre las diferentes iglesias dentro de la comunidad, y otro hombre que habló sobre mantener la paz entre las pandillas. Después de otros 15 minutos, la reunión terminó, casi una hora después de cuando debió haber terminado. 

Después de la reunión, Lozano dijo que los dos hombres, de los que sospecha de ser policías fuera de servicio, se acercaron a ella fuera del edificio de una manera intimidante. Días después de que esta historia fue publicada por web, en un correo electrónico al Reader, Chacon cuestionó las acusaciones de Lozano, y dijo que ella se acercó a él y al otro hombre después de la reunión, no al revés.

“Les dije que era una falta de respeto interrumpirme, una mujer que está en la comunidad haciendo el trabajo, mientras que estoy presentando,” le dijo al Reader. “Y entonces uno de ellos dijo: “¿Y eso que tiene que ver?’”

Después de la conversación, Lozano dijó que los hombres subieron a una camioneta con otros dos hombres y se fueron. 

“Creo que como miembro de la comunidad y activista, que [la reunión] fue planeada estratégicamente por la policía”, dijó Lozano.

Los agentes de policía James Olszanski (izquierda) y Osvaldo Caraballo, con el concejal Byron Sigcho-Lopez (derecha). Credit: 25th Ward Office

Michelle Gaona, una residente de Pilsen y policía del sexto distrito, también habló con el Reader después que se publicó la historia en línea. Gaona dijo que no había leído la historia pero que había visto un intercambio de correos electrónicos entre Chacon, a quien “conoce personalmente”, y el Reader

Gaona confirmó que ella asistió a la reunión y agregó que ha ido a “todas las reuniones” desde que empezaron. Ella dijo que no se identificó como policía fuera de servicio  porque no estaba representando al departamento.

Las reglas departamentales requieren que cada miembro “ya sea en servicio o no, se identifique correctamente dando su nombre, nivel y número de estrella cuando otros miembros del departamento o un ciudadano” lo solicite. Un representante de CPD confirmó que la regla pertenece a cada oficial que esté en servicio o libre de turno.

El cuatro de marzo, el concejal Sigcho–Lopez presentó una queja a La Oficina Civil de Responsabilidad Policia (COPA por sus siglas en inglés) sobre los policías fuera de servicio  que no se identificaron en las reuniones anteriores. COPA remitió  la  queja al departamento de asuntos internos de CPD. 

Gaona dijo que ella sabe que tiene el “deber de identificarse” como policía, pero que se siente insegura hacerlo en “una habitación llena de gente anti-policía”.

Ella dijo que los policías fuera de servicio  que han asistido a las reuniones son parte de la comunidad. Agregó que también su ex cuñado, Raúl Antar Mosqueda, un paramédico del Departamento de Bomberos de Chicago y ex oficial de CPD, también fue a la reunión. Ella dijo que le preguntó a los oficiales de los distritos 10 y 12 de CPD si fueron invitados a la reunión y dijeron que no. 

Gaona dijo que envió sus notas personales de la reunión por correo electrónico a los policías de CAPS en los distritos 10 y 12.

Como dueña de propiedad en Pilsen, dijo que está “dividida por la gentrificación” y que “estamos viendo el tipo de crimen de los 1990s”. Dijo que quiere que las reuniones sean “eficaces” y que los policías sean más activos en la comunidad. 

Gaona agregó que no todo lo que dice la activista Lozano es exacto. “Nadie está tratando de agredirla o atacarla”, dijo Gaona. 

La próxima reunión será el 28 de abril a las 6 de la tarde en la Iglesia Unida Metodista Lincoln, 2242 sur de la avenida Damen.

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